Durante las últimas 2 semanas hemos vivido momentos emocinantes e inolvidables de nuestros atletas en los recién concluidos Juegos Latinoamericanos de Olimpiadas Especiales en Asunción, Paraguay. Nuestra gente, con orgullo y con razón, los ha premiado con múltiples celebraciones, presentaciones y mensajes de felicitación por demostrar, una vez más, de lo que son capaces cuando les damos la oportunidad.
Pero es vital que hagamos una pausa para reflexionar sobre algo aún más profundo: que este sentimiento de emoción y orgullo no debe limitarse a los días de competencias, ni a los momentos en que las cámaras capturan sus hazañas. Debe ser lo ordinario, no lo extraordinario. Debe ser norma, no la excepción. El respeto, el apoyo y la admiración hacia las personas con discapacidad intelectual deben ser una parte constante de nuestra vida cotidiana. No solo cuando ganan una medalla, sino cuando enfrentan el día a día con la misma valentía y dedicación.
Nuestros atletas especiales han brillado en el terreno de juego, pero también nos invitan a ver lo que son capaces de hacer fuera de él. Sus talentos, sus habilidades y sus sueños no terminan cuando se apagan las luces de la cancha o la piscina; son tan reales y valiosos como los de cualquier otra persona.
Es hora de que dejemos de ver las diferencias como barreras. Debemos comprometernos a crear una sociedad donde las personas con discapacidad intelectual no solo sean incluidas, sino donde sus habilidades sean valoradas y sus sueños apoyados, en todos los aspectos de la vida.
Hagamos de este espíritu de inclusión algo que vaya más allá de las competencias. Que sea la forma en que percibimos y tratamos a todas las personas, en cualquier espacio y en cualquier momento. Que nuestra emoción no se apague con el final de los juegos, sino que se convierta en un impulso para seguir luchando por una sociedad más justa, más inclusiva y más humana.
Abramos nuestras mentes y corazones. Construyamos un Puerto Rico donde cada persona, con o sin discapacidad, tenga las mismas oportunidades para soñar, para crecer y para ser valorada por lo que es. A los atletas de Special Olympics Puerto Rico ¡GRACIAS! por todo lo que nos enseñan. Son nuestro Orgullo Especial.
Con emoción y esperanza,
Arnaldo Pérez Morales
Presidente – Special Olympics Puerto Rico
13.noviembre.2024